I. Introducción:
La ideología del rendimiento se apoya en el desarrollo de las
habilidades físicas, cuyo foco de atención es el deportista de élite y el
alumnado más capacitado de la clase o grupo, su fin no es otro que formar
exitosos alumnos y equipos deportivos escolares.
Relacionado con el movimiento, esta ideología busca el
movimiento en su máximo exponente, sin tener en cuenta más que el éxito en el
resultado.
Si la naturaleza humana es ambivalente, el deporte también va
a reflejar este carácter contradictorio. El deporte puede ser fuente de
educación, salud, integración, cooperación… pero también de ignorancia,
exclusión, violencia o rivalidad.
Este trabajo pretende aunar una búsqueda bibliográfica a
cerca de las opiniones de diferentes autores sobre cómo la ideología del
rendimiento a edades tempranas puede perjudicar, o no, a los adolescentes y
niños en su educación tanto en el mundo del deporte como en la vida diaria.
Buscamos aclarar y buscar respuesta a la pregunta ¿Son o no
buenos los valores que transmite la ideología de rendimiento?
Finalizando con una rotunda afirmación; será siempre de vital
importancia ser consciente de nuestras orientaciones profesionales y nuestra
forma de transmitirlas, o no ya que de ellas pueden derivarse consecuencias de
muy distinto valor.
I.
Concepto.
Autores y teorías que la justifican a
favor y en contra.
El concepto de la “ideología del rendimiento”:
Según: Apple(1986) y Kirk (1990).
En un sentido las ideologías resultan necesarias y positivas,
en tanto que son sistemas culturales que representan un conjunto de
significados compartidos sin los cuales se harían incomprensibles determinadas
situaciones sociales (Geertz, 1990),
La identificación de las distintas ideologías sociales que
pueden manifestarse en la asignatura de educación física es de crucial
importancia para detectar contenidos no deseables que pudieran desarrollarse en
el ámbito del currículum oculto (Kirk, 1990).
Estos autores basándose en sus teorías la definen con estos
conceptos:
-Sparkes (1988) la ha denominado ‘perspectiva deportiva’
-Tinning(1990) “denomina a esta ideología como la de la victoria”.
-Barbero (1996) ha utilizado la expresión ‘elitismo motriz’.
A continuación, vamos a citar algunos de los autores y
pensamientos que ponen en conflicto esta ideología exponiendo sus teorías en
contra de “la ideología del rendimiento”.
Thernborn (1987), las ideologías someten y cualifican a las
personas diciéndoles y haciéndoles reconocer:
- Lo que existe y lo que no.
- Lo que es bueno y lo que es
malo.
- Lo que es posible e imposible.
Yates,1977; Apple, 1986; Tinning 1990. “la ideología resulta
limitante y negativa, en cuanto que se generan desde una consciencia falsa o
reduccionista que distorsiona la realidad social y está al servicio de grupos
sociales dominantes”.
(Gómez, Ruiz, y Mata, 2006; Ruiz, 1995; Ruiz, 2000; Ruiz,
2004; Ruiz, Mata, y Moreno, 2007; Tinning, 1992). “alumnas y alumnos que,
debido a ciertas dificultades relacionadas con la motricidad, se sienten
excluidos o marginados y viven una serie de experiencias negativas que les
conducen a la inhibición, evitación e incluso rechazo hacia la asignatura”.
Dvies y molina(1998), devis(2001) “esta ideología resulta
limitante y negativa cuando se apoya en el desarrollo de habilidades físicas
desde la óptica del deportista de elite y del alumno más capacitado y provoca
una distorsión de la práctica físico-deportiva hacia niveles desmesurados de
exigencia o autoexigenciamotriz”
(Gómez et al., 2006).” La problemática de este tipo de
escolares constituye una dificultad oculta que no ha recibido suficiente
atención y que requiere una respuesta por parte de los profesionales
relacionados con la educación física”.
(Gómez et al., 2006; Ruiz, 1995; Ruiz, 2000; Ruiz, 2004; Ruiz
et al., 2007; Tinning, 1992).”Esta situación suele llevar a los alumnos a una
seria percepción de incompetencia y a sufrir las consecuencias psicológicas que
ello comporta más allá del descenso de la motivación, como son el aumento de la
ansiedad e inhibición en las actividades, la falta de concentración o la
disminución de la autoestima”.
(Devís, 2001; Devís y Molina, 1998; Kirk, 1992; Tinning,
1992).Este tipo de experiencias negativas por razón de la incompetencia motriz
están relacionadas con el currículum oculto de la educación física, es decir,
con una serie de aprendizajes implícitos y no previstos que tienen que ver con
un conjunto de actitudes, valores, ideas y relaciones que van más allá de los
contenidos prácticos de la asignatura y que conectan con una dimensión
socio-cultural más amplia, de carácter ideológico, que les afecta y determina.
(Gramsci, 1976; Torres, 1991; Williams, 1976). “El nivel más
oculto e inconsciente de una ideología llega cuando se convierte en hegemónica,
es decir, cuando sus ideas, creencias, valores, compromisos y prácticas se
aceptan totalmente y se consideran como naturales, normales o de sentido
común”.
En contraposición, y pretendiendo encontrar las justificaciones
a favor que defienden la ideología de rendimiento encontramos las aportaciones
de Harter (1978) y Nicholls (1989) quienes desde un punto de vista más amplio
del deporte entendido como capacidad motriz exponen unos principios
fundamentales para el estudio de la motivación en este campo. Concretamente,
realizando diversos estudios con niños y adolescentes han sido capaces de
mostrar como aquellos jóvenes que presentan una alta percepción de competencia
motriz, es decir son hábiles y destacados en educación física, presentan mayor
motivación para la participación en actividad física (Bois, Sarrazin, Brustad, Trouilloud, y Cury,
2005; Paxton, Estabroolks, y Dzewaltowski, 2004) y que aquellos que presentan
una orientación a la tarea muestran patrones motivacionales más adecuados que
los orientados al ego.
Existe una clara
perspectiva actual en contra de la ideología de rendimiento pero ¿Qué será de los resultado si renegamos
de ellos por completo? ¿Será positivo
para el funcionamiento global?
Ciertamente, la tendencia de la actualidad es romper con el pasado, y
comenzar a evaluar los procedimientos
competencias… pero no es menos verdad que no debemos olvidar la
importancia del resultado y en la objetividad del cambio está la clave de su
éxito.
II.
Ejemplos
de esta ideología y casos prácticos aplicados a la educación física.
Þ
Caso de un alumno en enseñanza secundaria con
cierta discapacidad intelectual que se siente incompetente en las clases de
educación física, viviendo una seria de experiencias negativas y siendo costosa
la adaptación con sus compañeros. El profesor, lejos de buscar la adaptación
del chico en el grupo con actividades adaptadas a sus características le da un
rol diferente al de sus compañeros con mucha menos dificultad generando mayor
discriminación entre sus compañeros promoviendo el pensamiento de “Las tareas
más simples para el discapacitado y las difíciles para los demás” .
Þ
Mismo contexto pero diferentes protagonistas.
Ahora es el caso de un profesor de educación física, ex futbolista que aprecia
y exalta las cualidades específicas del fútbol en varios alumnos también
futbolistas, centrando su atención, trabajo y actividades en ellos y apartando al resto de los alumnos a
realizar “actividades complementarias” no dirigidas ni supervisadas por él. Se trata de un claro caso elitista y
discriminatorio por parte del profesor no sabiendo separar sus intereses y
aficiones personales con los intereses particulares del grupo de alumnos y nos
sabiendo crear un grupo de trabajo cohesionado y actividades adaptadas al nivel
del conjunto del alumnado.
Þ
Otra claro ejemplo de esta ideología y sus
principios en el caso que se da en las Jornadas Deportivas Escolares. En ellas
varios colegios e institutos de la misma comunidad se enfrentan en una seria de
actividades y juegos promocionando el juego limpio y el deporte para todos. Pero ¿Por qué no compiten todos los alumnos?
¿Por qué es el profesor el encargado de elegir a los mejores alumnos a nivel
deportivo para representar al colegio? . Hablamos de una actividad creada por y
para todos que se sustenta en unos principios de exclusión ya que sólo los
buenos alumnos son los que tienen oportunidad de participar y retarse con los
demás.
Þ
Un caso particular y que se viene dando desde
hace mucho tiempo es la libertad que da el profesor a los alumnos en la asignación
de equipos deportivos a la hora de realizar una actividad. Son los capitanes
los que, tras retarse (pares o nones), empiezan con la elección de jugadores
dejando siempre en último lugar a los alumnos menos aventajados deportivamente
hablando o menos hábiles que el resto. Esta forma de elección provoca un
sentimiento de malestar y de rechazo a los alumnos que siempre son los últimos
en ser escogidos. Una discriminación así
es fácilmente evitable simplemente con que el profesor numere a lo alumnos a la
hora de hacer los equipos (los unos a la derecha los doses a la izquierda) .
Þ
Como último ejemplo y uno de los más destacados
y característicos se da a la hora de las
evaluaciones en educación física. Una ideología de rendimiento se basaría como
único de principio de evaluación en el resultado final (8 vueltas a la pista a
la pista de atletismo). Una evaluación más justa y objetiva sería evaluar el
progreso y no el resultado final dando a los alumnos una igualdad de condición
y de opciones para alcanzar el sobresaliente.
Evaluar el porcentaje de mejora siempre será mejor que el resultado
final alcanzado, evitará la discriminación por condición física o
características morfológicas.
En realidad lo que enferma no es el exceso de
responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo
mandato de la sociedad del trabajo tardomoderna.
Byung Chul-Han
V. Conclusión y
crítica personal:
Aunque cada vez menos; la mayoría de profesores, entrenadores
y técnicos deportivos que trabajan con niños y niñas, afirman que aunque les interesa educar a
través del deporte, terminan repitiendo modelos competitivos clásicos porque les falta una formación más específica en
dicho ámbito. Las consecuencias son
preocupantes, ya que el “dejar hacer” conduce muchas veces a la reproducción de
modelos deportivos profesionales y mediáticos, y con ellos a la transmisión de
valores totalmente contrarios a los ideales.
Existe una clara complejidad moral en el mundo del deporte,
por ello es la ética deportiva la que trata de buscar, crítica y
reflexivamente, los verdaderos principios normativos del bien o del mal, de los
justo o lo injusto, de los honesto o lo deshonesto. Son sin duda, las personas y profesionales
con sensibilidad moral y formación ética las que hacen avanzar el sistema
deportivo hacia cotas de mayor valor y dignidad.
No buscar únicamente al deportista de élite y focalizar
nuestro esfuerzo y trabajo en él, ni en el alumno más capacitado para
determinado deporte, no debemos formar
exitosos equipos deportivos escolares puesto que nos alejamos de una educación
ética y equitativa, nos alejamos de una educación para todos basándonos
únicamente en el elitismo y la exclusión.
El sistema educativo no debería entonces, buscar en ningún
caso, una relación directa como fin o como medio al deporte de élite puesto que
este último debería desarrollar su propia estructura y trabajo fuera de la
escuela. En la educación física, como
asignatura del sistema educativo actual, no deberíamos buscar grandes campeones
ni intentar formar a nuestros alumnos como tal al igual que en lengua,
matemáticas, o literatura, no se buscan grandes novelistas o matemáticos,
buscamos transmitir valores sociales y éticos útiles para formar y desarrollar
alumnos autónomos.
Debemos ser capaces de transmitir un cambio profundo en la manera
de entender el quehacer educativo y
esforzarnos en transmitir esos valores que en un futuro serán las reglas de
conducta y actitudes según las cuales nos comportaremos y que estarán de
acuerdo con aquello que consideremos correcto.
Valores como la amistad, la compresión, la tolerando, en respeto o
la humildad son esenciales para un sano desarrollo. Un niño que conoce sus
límites y los límites de los demás,
tendrá mayores posibilidades de vivir una vida sana y saludable. Un niño
que sabe respetar a los demás y respetarse a sí mismo, será más fácilmente
respetado.
No se trata de evitar la competitividad, o tachar el querer
obtener la victoria como algo malo o negativo , los niños necesitan
motivaciones, proposiciones de futuro,
necesitan competir y medirse con sus iguales pero deben entender (y esto se
consigue a través de la educación) que los sueños y las metas se alcanza a
través del esfuerzo y la determinación, intentando superarnos a uno mismo y no
superando a los demás , se trata de esa competitividad sana basada en nuestro
esfuerzo por conseguir un objetivo y necesaria para el progreso y el alcance de
nuestras metas.
¿pero cómo pretendemos educar a nuestros niños en esa deseada competitividad sana si nuestra sociedad solo
prima el resultado y nunca el esfuerzo o
la determinación?
Recogiendo textualmente la cita del profesor Santiago Álvarez de
Mon “el partido que jugamos con nosotros mismo es el único que merece la pena
ganar (…), ahí es donde de verdad gano o pierdo”
No hay mayor recompensa que los frutos de un gran esfuerzo, una
meta peleada o la satisfacción de lograr un sueño . Empecemos a celebrar el
esfuerzo y la superación por encima de los premios o el resultado, alegrarnos
de las victorias porque significan que nosotros hemos mejorado no que nuestro
rival ha sido peor. Evitemos el
compararnos con el rival e intentemos compararnos con nosotros mismo, valorando
nuestro propio progreso.
El superar a lo demás debe ser el resultado de superarnos a uno
mismo.
Y nosotros, recogiendo las palabras de Cagigal (1966) nos
atrevemos a afirmar que el deporte encarna en su máxima expresión los valores
moralizadores de toda meta alcanzada por la superación humana: progreso,
perfección, superación o excelencia.
I.
Bibliografía.
-Apple,
M.W (1986). Ideología y currículo. Madrid Akal.
-Barbaero,
J.I. (1994). Bases epistemológicas de la educación física escolar: saberes e
ideologías imperantes.
-Davís, J. Y
Molina, J. P. (1998) Educación Física escolar: funciones, racionalidad práctica
e ideología. En M. Villamón. La educación Física en el currículum de Primaria,
Valencia.
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